Un reciente ataque terrorista en Jerusalén involucró un subfusil artesanal conocido como Carlo, provocando muertes y heridos.
Un reciente ataque terrorista en Jerusalén involucró un subfusil artesanal conocido como Carlo, provocando muertes y heridos.
El subfusil Carlo se fabrica en talleres ilegales y su popularidad entre los atacantes se debe a su fácil acceso y bajo coste. A pesar de su diseño rudimentario, continúa empleándose en conflictos violentos, especialmente en territorios como Cisjordania.
Un reciente ataque terrorista en Jerusalén involucró un subfusil artesanal conocido como Carlo, provocando muertes y heridos.
El subfusil Carlo se fabrica en talleres ilegales y su popularidad entre los atacantes se debe a su fácil acceso y bajo coste. A pesar de su diseño rudimentario, continúa empleándose en conflictos violentos, especialmente en territorios como Cisjordania.
La variedad en el diseño y la asequibilidad del Carlo dificultan significativamente los esfuerzos de las autoridades israelíes para controlar su proliferación. Este tipo de arma se ha convertido en un reto mayor para la seguridad en la región.
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