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España enfrenta un significativo desafío laboral con un aumento en el número de desempleados mayores de 45 años, alcanzando un récord desde el inicio de los registros en 2002.
España enfrenta un significativo desafío laboral con un aumento en el número de desempleados mayores de 45 años, alcanzando un récord desde el inicio de los registros en 2002.
El 49,7% de la población activa en España pertenece a este grupo etario, lo que pone de manifiesto el “edadismo” en el mercado laboral. En contraste, la proporción de jóvenes desempleados es notablemente baja, lo que resalta la disparidad entre ambos grupos y contribuye a los altos niveles de desempleo de larga duración.
España enfrenta un significativo desafío laboral con un aumento en el número de desempleados mayores de 45 años, alcanzando un récord desde el inicio de los registros en 2002.
El 49,7% de la población activa en España pertenece a este grupo etario, lo que pone de manifiesto el “edadismo” en el mercado laboral. En contraste, la proporción de jóvenes desempleados es notablemente baja, lo que resalta la disparidad entre ambos grupos y contribuye a los altos niveles de desempleo de larga duración.
Además, el desempleo entre los mayores de 50 años ha crecido considerablemente desde la crisis de Lehman Brothers, presentando un desafío particular para estas personas que encuentran más dificultades para reinsertarse en el mercado laboral. Esta tendencia es especialmente preocupante en el contexto europeo, donde España se distingue por las altas tasas de desempleo en este segmento de la población.
España enfrenta un significativo desafío laboral con un aumento en el número de desempleados mayores de 45 años, alcanzando un récord desde el inicio de los registros en 2002.
El 49,7% de la población activa en España pertenece a este grupo etario, lo que pone de manifiesto el “edadismo” en el mercado laboral. En contraste, la proporción de jóvenes desempleados es notablemente baja, lo que resalta la disparidad entre ambos grupos y contribuye a los altos niveles de desempleo de larga duración.
Además, el desempleo entre los mayores de 50 años ha crecido considerablemente desde la crisis de Lehman Brothers, presentando un desafío particular para estas personas que encuentran más dificultades para reinsertarse en el mercado laboral. Esta tendencia es especialmente preocupante en el contexto europeo, donde España se distingue por las altas tasas de desempleo en este segmento de la población.
Frente a esta situación, es necesario revisar las políticas laborales del país para garantizar oportunidades equitativas para todas las edades. Asimismo, se debe contrarrestar la dependencia de subsidios, que afecta de manera desfavorable a estos trabajadores mayores, quienes requieren un enfoque más inclusivo en la búsqueda de empleo.
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