El “hambre de cualificación” y su impacto en la pobreza en España

El IX Informe Foessa subraya un cambio significativo en el perfil educativo en España, donde completar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) ya no asegura un futuro digno.

La exclusión social ha aumentado un 52% desde 2007, afectada por la crisis de la vivienda. El informe indica que el riesgo de exclusión se reduce a la mitad para aquellos que completan el Bachillerato o la Formación Profesional, siendo estas credenciales claves en el contexto actual del mercado laboral.

Según la OCDE, el 35% de los adultos en España solo tiene el título de la ESO, lo que representa una desventaja en comparación con la media europea. Asimismo, existe un problema de sobrecualificación, donde hay un exceso de personas altamente cualificadas y falta de trabajadores con habilidades intermedias, especialmente en el ámbito de la FP.

El informe también propone medidas para mejorar la situación, como reducir el abandono escolar temprano y fortalecer la educación infantil. Thomas Ubrich de la Fundación Foessa destaca cómo el nivel educativo de los padres afecta la movilidad social de sus hijos.

Muchos jóvenes de familias vulnerables se ven obligados a trabajar tras finalizar la ESO, lo que limita sus oportunidades académicas y perpetúa la exclusión social. Además, las actividades extraescolares muestran notables diferencias entre los hogares integrados y excluidos, lo que agrava la brecha de oportunidades para los menores.

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