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El gobierno de Javier Milei en Argentina ha implementado un Plan de Inteligencia Nacional para monitorear a aquellos que considera manipuladores de la opinión pública.
El gobierno de Javier Milei en Argentina ha implementado un Plan de Inteligencia Nacional para monitorear a aquellos que considera manipuladores de la opinión pública.
Este plan ha llevado a un aumento en las amenazas y ataques cibernéticos dirigidos a periodistas, además de incluir en su radar a movimientos sociales y jubilados, lo que ha generado preocupación entre diversos sectores de la sociedad.
El gobierno de Javier Milei en Argentina ha implementado un Plan de Inteligencia Nacional para monitorear a aquellos que considera manipuladores de la opinión pública.
Este plan ha llevado a un aumento en las amenazas y ataques cibernéticos dirigidos a periodistas, además de incluir en su radar a movimientos sociales y jubilados, lo que ha generado preocupación entre diversos sectores de la sociedad.
A pesar de las denuncias sobre estas prácticas, el gobierno sostiene que no está persiguiendo a opositores y justifica el incremento del presupuesto destinado a la SIDE. Sin embargo, estos movimientos han encendido alarmas en torno a la libertad de expresión y los derechos civiles en Argentina.
El gobierno de Javier Milei en Argentina ha implementado un Plan de Inteligencia Nacional para monitorear a aquellos que considera manipuladores de la opinión pública.
Este plan ha llevado a un aumento en las amenazas y ataques cibernéticos dirigidos a periodistas, además de incluir en su radar a movimientos sociales y jubilados, lo que ha generado preocupación entre diversos sectores de la sociedad.
A pesar de las denuncias sobre estas prácticas, el gobierno sostiene que no está persiguiendo a opositores y justifica el incremento del presupuesto destinado a la SIDE. Sin embargo, estos movimientos han encendido alarmas en torno a la libertad de expresión y los derechos civiles en Argentina.
Las acciones del gobierno han sido vistas por muchos como un intento de control sobre la narrativa mediática y un debilitamiento de la democracia, lo que ha provocado una creciente resistencia de grupos de derechos humanos y organizaciones periodísticas.
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