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El accidente del funicular de Lisboa resultó en 16 muertes y 23 heridos, con el GPIAAF identificando la rotura del cable subterráneo como la causa principal.
El accidente del funicular de Lisboa resultó en 16 muertes y 23 heridos, con el GPIAAF identificando la rotura del cable subterráneo como la causa principal.
Según los informes, aunque el descenso no pudo ser detenido a pesar de los esfuerzos por frenar mediante sistemas neumáticos y manuales, el cable que se rompió antes del descarrilamiento y las poleas externas parecían estar en buen estado. La parte del cable que falló no fue visible sin desarmar la estructura, lo que dificulta el entendimiento completo de las razones del accidente.
El accidente del funicular de Lisboa resultó en 16 muertes y 23 heridos, con el GPIAAF identificando la rotura del cable subterráneo como la causa principal.
Según los informes, aunque el descenso no pudo ser detenido a pesar de los esfuerzos por frenar mediante sistemas neumáticos y manuales, el cable que se rompió antes del descarrilamiento y las poleas externas parecían estar en buen estado. La parte del cable que falló no fue visible sin desarmar la estructura, lo que dificulta el entendimiento completo de las razones del accidente.
El mantenimiento del funicular había sido rutinario, con una inspección realizada el mismo día del accidente no mostrando problemas en los frenos. El cable que se rompió tiene una vida útil de 600 días y fue instalado hace 337 días. Las medidas de seguridad incluyen inspecciones diarias y revisiones profundas cada cuatro años.
El accidente del funicular de Lisboa resultó en 16 muertes y 23 heridos, con el GPIAAF identificando la rotura del cable subterráneo como la causa principal.
Según los informes, aunque el descenso no pudo ser detenido a pesar de los esfuerzos por frenar mediante sistemas neumáticos y manuales, el cable que se rompió antes del descarrilamiento y las poleas externas parecían estar en buen estado. La parte del cable que falló no fue visible sin desarmar la estructura, lo que dificulta el entendimiento completo de las razones del accidente.
El mantenimiento del funicular había sido rutinario, con una inspección realizada el mismo día del accidente no mostrando problemas en los frenos. El cable que se rompió tiene una vida útil de 600 días y fue instalado hace 337 días. Las medidas de seguridad incluyen inspecciones diarias y revisiones profundas cada cuatro años.
Aún no se han tomado decisiones finales sobre quién podría ser responsable del accidente. El GPIAAF planea publicar un informe preliminar en 45 días, mientras se lleva a cabo una investigación penal y una auditoría interna por parte de Carris, la empresa que gestiona el funicular, que ha estado en funcionamiento desde 1885 y no está sujeta a la regulación del Instituto de Movilidad y Transportes.
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